Como cualquier obra de construcción se movía un complicado enjambre tendiente a tener que alimentar la obra de los elementos indispensables, tales como maquinaria, herramientas, refacciones, pólvoras, dinamita, aceites de lubricación, combustibles, todos ellos usados de manera eficiente, a los cuales se agregaba los abastecimientos de los campamentos, consistentes en víveres, mercancías, ropa, medicinas y agua potable.
Así también, existió otro problema que fue el de las refacciones de los equipos mecánicos que por el intenso desgaste del equipo requerían sustituirlos a la brevedad, pero como muchos eran de manufactura extranjera tardaban en llegar.

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